Mujer de edad avanzada, que acude a ponerse la vacuna antigripal, en el transcurso al centro la mujer refiere dolor precordial, ingresa en la urgencia donde se valora y se derivada a la Uci por posible síndrome coronario, tras realizarle un cateterismo (sala de hemodinámica) se observa alteración de las arterias coronarias (calcificadas) y posible angina, lo que índica que va a estar ingresada más días para vigilar y tratar. Estando en planta la Alumna de enfermería se acerca a conocerla porque quiere saber de ella, aunque no tenga que realizarla ningún cuidado, la pregunta como se encuentra, si está a gusto y la paciente comienza a no parar de hablar…. refiere sentirse aburrida, que son demasiados días hospitalizada…que ella quiere regresar a su trabajo, que la avergüenza estar en esta situación y que la tengan que cuidar....etc. La alumna ante la situación comienza a escucharla y hablar con ella. Tras varios días de ingreso la paciente agradece a la alumna su compañía y dedicación.
De esta situación quería reflexionar que dedicar tu tiempo como enfermera al paciente en mi caso como alumna, no es solo estar con él cuando necesita algún cuidado, es más que eso, es dedicarles tu atención, y con esto no me refiero solo a atenderle en sus demandas, si no en presentarle tu disponibilidad, favoreciendo la escucha activa y dejando que el paciente se exprese, es decir, manteniendo una conversación fruto de la empatía entre enfermera-paciente. Me refiero a ese tiempo de dedicación de humanidad, en el cual es importante dejar que el paciente te cuente, exprese sus miedos, sentimientos, preocupaciones, vivencias, “dar esa posibilidad de hablar sin miedo, sin límites de tiempo “ ya que sin duda tiene muchas ganas de contar.
Pues opino que el echo de encontrarse hospitalizado varios días, les hace sentirse solos, y esa sensación se acentúa al estar encamado y no poderte desplazar libremente, desde mi punto de vista es cómo: ….. aquel “pajarillo que se tiene en casa que permanece la mayor parte de su tiempo enjaulado” se le da agua, comida y cuidados, pero no se le deja actuar libremente, depende de una vigilancia continua,, si tu a este le llenas de cariño, amor y atención, te responderá como gran lealtad…, he aquí donde encuentro ese punto igualdad con el paciente encamado, desde mis reflexiones pienso que si tu al paciente le das tu tiempo, atención, le demuestras preocupación y aprecio, él te responderá con gran agrado y satisfacción, recordándote en los buenos recuerdos que recorren su vida, debido a que toda vivencia que experimente en el hospital quedará gravada en su mente, e influirá en posibles reingresos posteriores.
Pero toda esta atención a la que me refiero creo que tiene que salir de adentro de la persona, tiene que ser un impulso que no esté influenciado por lo que la digan los demás, es decir, es la propia enfermera quien debe decir voy a ver a mi paciente porque me gusta conocer y saber de él . Sin duda si analizamos la situación sabemos que el paciente estará contento si ve que su enfermera se preocupa por él, lo que aumentará la confianza entre ambos, y favorecerá esa empatía o escucha activa.
Lo que si es cierto es que esta empatía puede verse dificultada según el carácter del paciente, lo que puede suponer una serie de obstáculos, que tendrá que vencer la enfermera para que el proceso de comunicación sea llevado correctamente, y quien muchas veces tendrá que ser esa persona que tenga que dar el primer paso de confianza, mostrando su respecto y comprensión, sin enfadarse, sin criticar al paciente, sin prisas y con una postura adecuada.
…..Por eso desde mi punto de vista si recibimos como enfermeras al paciente cordialmente , este se llevará un "buen sabor de boca", y nos cogerá aprecio. He aquí la importancia de un buen trato…..
Debemos de alejarnos de ese mito, de que la disponibilidad para atender al paciente es cuestión de tener tiempo, desde mi perspectiva pienso que si uno organiza bien el tiempo, y se plantea dedicarle a todos un ratito (no tienen porqué ser horas, pero sí minutos) el paciente se sentirá satisfecho y se lograrán una serie de beneficios, y sobretodo quiero reflejar que no tiene porqué suponer sobrecarga de trabajo o de eliminación de dedicación de tiempo a otro paciente.
La Uci es una planta donde cada enfermera lleva un máximo de 2 pacientes, en mi caso según las circunstancias es uno, lo que sin duda favorece ese tiempo de dedicación al paciente, que me sirve no solo para realizarles los cuidados,mejorar su estado de ánimo, relajarles y favorer su distracción y entretenimiento, sino para convertirse en mi propia fuente de aprendizaje, al poder recibir conocimientos de ellos que me servirán en mi día a día.
Un estudio revisado bajo el titulado: Escuchar con atención al paciente aporta más de lo que cuesta, sobre la satisfacción del paciente con el tratamiento y la valoración de la asistencia recibida en 4.516 pacientes encuestados, reflejó que en un 8,38% estaban satisfechos, porque se les escuchó y habían tenido en cuenta lo que se les decía.
Podeis descargarlo en : http://www.elsevier.es/es/revistas/medicina-clinica-2/escuchar-atencion-al-paciente-aporta-mas-lo-13155495-cartas-cientificas-2010
Una peculiaridad que opino es que saber escuchar al paciente ayuda a la enfermera más de lo que uno se imagina, porque son los propios pacientes quienes pueden darnos las pistas de su diagnostico, no serán "médicos", pero si son aquellas personas que saben si han cambiado su estado de salud en los últimos días, meses, años.
Desde mi punto de vista creo que generalmente oímos pero no escuchamos, ¿Y yo me planteo porqué pasa esta situación con frecuencia? ¿quizás sea falta de tiempo?, ¿o porque el escuchar implica un proceso mental más complicado que el oír; al requerir energía, disciplina y aprendizaje.?
Una película que tal vez os guste sobre habilidades de comunicación es la de “EL DOCTOR” en este enlace os informan de qué va la película, curiosa de ver.
Otro tipo de comunicación a la que quiero hacer referencia es a la de utilización del "silencio terapéutico " cuando la gravedad de la enfermedad o el estado anímico del paciente, a veces, condicionan la comunicación, un ejemplo es:La del paciente que conté que había sufrido una parada cardiaca, con abcesos submandibular y en estado de coma.
Cuando me acercó a sus familiares que la visitan que suelen ser sus hermanas, a veces no se bien que decirlas, porque en la situación en la que está creo que sobran las palabras, ellas son conscientes de que está muy grave y no va a haber recuperación, hay días que las doy una mirada comprensiva, una suave caricia en la espalda, dejo que hablen, y me cuenten, yo escucho y callo, porque desde mi punto de vista el «silencio» supone un profundo respeto hacia la personalidad y una poderosa comunicación. ¿Lo estaré haciendo bien?¿ o Quizás deba profundizar en mi forma de comportarme ante tales situaciones? Según bibliografía encontrada respecto a este tema, dicen que a veces es mejor "callar y no decir nada " que "hablar por hablar", pues los sentimientos de los familiares están en juego , y a veces puedes hacer más daño del que tienen, o suponer una falta de respeto ante momentos delicados.
Otro tema a valorar más adelante sería porque no viene a menudo su familia a visitarle, ya que solo vienen 2 hermanas, y con poca frecuencia. ¿Quizás se sientan frustradas viéndole en esa situación y prefieran no verlo, para no echarse a llorar? ¿O no les importa que su familiar siga así? ¿Lo dan por muerto? ¿Necesitan algún tipo de apoyo o ayuda para afrontar esta situación? ¿El paciente sabe que no vienen?