martes, 30 de octubre de 2012

Te echaré de menos.


Nada más llegar  la unidad parecía distinta, había pacientes nuevos que  habían ingresado la noche anterior, lo que despertaba mi curiosidad de aprender nuevas patologías, por eso me dispuse a conocerlos pero sin olvidarme de mi querido paciente, al que quería seguir su evolución. Los médicos  llegaron  temprano y nos comunicaron que hoy querían extubar a mi paciente,  las posibles razones  que se me plantearon para que hubieran llegado a esa decisión , fueron las siguientes:

- Se negaban a hacer una traqueotomía porque el proceso podría diseminar la infección del abceso submandibular .
- El tubo se iba a volver a obstruir porque continuaba con abundantes secreciones .
-El tiempo que implicasen en realizar otra técnica era tiempo de riesgo de colpaso de la via aérea.
-Según ellos el paciente no iba a mejorar a nivel neurológico.
- Así conseguirían aliviar dolor al paciente.
-La familia no quería o no podía hacerse cargo.
-Necesitaban camas libres.
- O el hecho de continuar ingresado en UCI  les iba a producir gran coste económico.

Llegado el momento de la desintubación, el paciente se encontraba tranquilo, no se imaginaba de lo que le iba a pasar, aunque yo creo que algo se intuía desde su interior, porque aunque muchos dijeran que el paciente no sentía y no se enteraba de su alrededor, a mí siempre me lo pareció .Este proceso de desintubación fue rápido y apenas duró unos segundos, sin embargo el tiempo que transcurrió hasta provocarle la muerte se me hizo eterno ( duró unos cuantos minutos), se le administró morfina por petición médica aunque una dosis mínima, y  pude ver como su tensión iba disminuyendo, la saturación de oxígeno cada vez estaba más baja, su ritmo cardiaco cada vez era más irregular, hasta que le produjo asistolia. Finalmente pude ver como su rostro se tornaba a pálido, su mirada se volvía fija y su cuerpo se quedaba rígido.

Se me plantean cuestiones del tipo: ¿El paciente ha sufrido en la etapa final? ¿Hemos adelantado la muerte del paciente?  ¿Hemos ayudado a aliviar su dolor interno? ¿Ha sido la mejor solución? ¿Podríamos haber afrontado la situación de otra manera? ¿La familia estaba preparada para esto? ¿Se considera un fracaso en la medicina la muerte? ¿ Porqué nos cuesta poner fin a estas situaciones?

Yo creo que estos minutos que trascurrieron hasta fallecer, supuso un gran sufrimiento al paciente, ya que no murió en cuestión de segundos, sino que murió lentamente, consumiéndose su oxígeno, una de las peores muertes que creo que existe “afixia”, porque sientes como te va faltando el aire hasta que tu organismo deja de responder, y finalmente mueres.

Desde mi punto de vista no creo que la extubación hubiera sido la toma de decisión correcta, ya que creo que es como si le hubiéramos ayudado a morir y a adelantar el día de su fin, se que el simple hecho de tenerle intubado suponía una serie de cuidados y gastos sanitarios, e impedía que esa cama pudiera ser utilizada por otros pacientes , de los que si se preve una mejoría y supervivencia más claramente, pero no debemos de rendirnos, y acabar con los problemas de la forma más tajante como a sido en este caso con la muerte.

 Las soluciones que yo hubiera planteado hubieran sido mandarle a planta hasta que su absceso disminuyese, o se le hubiera terminado el tratamiento antibiótico, y llegado el momento, mandarle a casa con su familia, para que estos le brindasen los últimos cuidados, y pudieran haberse despedido correctamente de él, ya que si analizo la situación observo que su familia no ha podido despedirse de él, ya que solo vino a verle durante su estancia en UCI las 2 hermanas, sin dar señales de vida su mujer , hijos y resto de familia. Otra opción hubiera sido haberle derivado a algún centro de cuidados paliativos, para favorecer su bienestar y llegado el momento, morir con el mayor confort.

Aunque la toma de decisión final estuviera en manos de la propia familia, y fueran ellos quienes dieran permiso para la desintubación, yo creo que aceptaron porque pensaban que no había otra solución posible, y  como es de prever yo creo que no estaban preparados para tal situación,  seguro que supuso una situación de shock, “de no saber que hacer” y dejar actuar por lo que dicen los médicos y demás profesionales. Ya que todo fallecimiento en la vida de una persona supone un golpe al que uno se debe de enfrentar , situaciones de duelo comprometidas y difíciles de superar, por eso  no debemos de quedarnos solo con el enfermero, sino preocuparnos en cómo afronta la familia esa pérdida, para que en el caso de necesitar ayuda, ofrecérsela.

Opino de tal manera porque creo que como profesionales de la salud nuestra función trata de mantener con vida al enfermo y favorecer el restablecimiento de su salud  en condiciones dignas en el término de su vida, mostrando la debida ayuda , sensibilidad y respeto hacia sus familiares.


Ante la pregunta si hemos adelantado la muerte, yo creo que sí  ya que  desde mi punto de vista el paciente podría haber vivido más días, yo le veía una mejoría a nivel de respuesta de reflejos y a estímulos dolorosos, tal vez podría haber mejorado, con paciencia y dedicación.

Se que a lo mejor los médicos han actuado de esta forma para impedir que esa infección llegue a más y así ahorrar sufrimiento al paciente, y evitar posibles complicaciones derivadas de la situación, como es colapso de la vía aérea o la sepsis, pero no entiendo porque no se sigue insistiendo en intentar mejorar su calidad de vida.

Aunque también soy consciente  que a lo mejor haber continuado con cuidados al paciente  no hubiera sido la mejor opción o no hubiera servido de nada, simplemente habría conseguido alargar la vida del paciente pero con sufrimiento.

Se que he tenido grandes esperanzas por conseguir la recuperación o mejoría del paciente, y  eso me ha podido obstaculizar para ver más allá de que era el momento para parar y poner fin a un proceso largo que hubiera precisado de numerosos cuidados sin ningún resultado. Pero todavía no se en que momento hay que parar y decir : ¡ hasta aquí hemos llegado!.

Opino que la dosis de mórfico no fue suficiente ya que tanto las enfermeras como yo pudimos observar como el paciente sentía dolor,  lo expresaba corporalmente y mediante la monitorización de constantes vitales. Por eso creo que no debemos de olvidar que estamos ante todo ante la vida de un paciente, que aunque creamos que no tiene conciencia de su entorno, no por ello debemos de privarle de la sedación y analgesia.

Respecto a como se ve la muerte en la medicina actual, he observado que todavía hay profesionales que consideran la muerte como un fracaso de la medicina y en muchos sectores de nuestra sociedad aquello que concierne a la muerte se tapa y esconde.

Para mía en cierta medida  la muerte también supone un fracaso, ya que el saber que por mucho que quiera la recuperación del paciente ya no se puede hacer más, es un tema que me preocupa y me frustra como enfermera, aunque se que es inevitable morir,  y a todos nos llega nuestra hora en algun momento.


Me ha dado pena verle morir, porque como alumna había estado muchos días junto a él, viviendo su proceso de enfermedad y con él había aprendido a seguir la evolución de un paciente, además fue mi primer paciente en UCI,  y aunque precisase de bastantes cuidados me encantaba cuidarle todos los días, me alegraba el día,  y era una razón y una motivación para trabajar. He aprendido tanto con él, que siempre le llevaré en mi recuerdo. Y desde aquí quiero dedicarle un fragmento de un poema Miguel Hernández.


                                    
                                       Un manotazo duro, un golpe helado,
                                       un hachazo invisible y homicida,
                                       un empujón brutal te ha derribado.

                                      No hay extensión más grande que mi herida,
                                      lloro mi desventura y sus conjuntos
                                      y siento más tu muerte que mi vida.

                                      Ando sobre rastrojos de difuntos,
                                      y sin calor de nadie y sin consuelo
                                      voy de mi corazón a mis asuntos.

                                      Temprano levantó la muerte el vuelo,
                                       temprano madrugó la madrugada,
                                       temprano estás rodando por el suelo.

                                       No perdono a la muerte enamorada,
                                       no perdono a la vida desatenta,
                                       no perdono a la tierra ni a la nada.
            


Elegía de : Miguel Hernández




... Termino diciendo  que para todos los enfermeros supone un reto el poder desenvolvernos en situaciones de sufrimiento ajeno sin implicarnos emocionalmente hasta el punto de ver afectada nuestra actuación, y a la vez ser sensibles a las necesidades de nuestros pacientes y sus allegados...

1 comentario:

  1. Buena reflexión acerca de los ultimos momentos en la vida de una persona. Te corregiria algunos aspectos técnicos de vocabularios. Utiliza extubación en vez de desintubación, es mas correcto.Asi mismo la expresión de algunas ideas como "provocar la muerte". Eso seria eutanasia, que has de diferenciarlo muy bien de la "limitación del esfuerzo terapeútico" cuando las posibilidades de sobrevivir son casi nulas y asi mismo la calidad de vida va a ser inhumana. La reflexión final que debe centrar tus pensamientos es que como enfermeros estamos obligados a ayudar al enfermo a morir dignamente. Te han sobrevenido muchisimas ideas, pensamientos, que a todos, en mayor o menor medida nos han invadido a todos los enfermeros en muchos momentos de nuestra vida profesional. La sensación de que siempre se podria haber hecho mejor quedará en casi todos los casos, como en éste en particular tu percepción de una sedación insuficiente. Quédate con la satisfacción de haber ayudado a una persona en los últimos momentos de su vida.

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